Popularmente siempre se ha considerado que la Inteligencia es la capacidad o facultad de entender, razonar, saber, aprender y de resolver problemas, es decir un conjunto de habilidades cognitivas.
Fué en 1995 con la publicación del libro de Daniel Goleman “Inteligencia emocional” que oímos popularmente este término.
Aunque la inteligencia emocional o términos similares fueron utilizados anteriormente por otros autores, fue Goleman quien lo introdujo a nuestras vidas y tuvo una gran repercusión en el ámbito profesional, social y en la educación.
Significado de Inteligencia emocional
Inteligencia emocional es la capacidad de los individuos para reconocer sus propias emociones y las de los demás, discriminar entre diferentes sentimientos y etiquetarlos apropiadamente, utilizar información emocional para guiar el pensamiento y la conducta, y administrar o ajustar las emociones para adaptarse al ambiente o conseguir objetivos.
Recuerdo cuando, en 1999, llegó a mí el libro de Daniel Goleman, tenía 21 años, no entendía nada, tal cual. En esos momentos lo que este libro describía estaba alejadísimo de mi capacidad de asimilación… ¿Identificación de emociones? ¿Regulación? ¿Empatía?
Me sonaba a chino, estaba inmersa en un bucle emocional que se había convertido en un volcán que no tenía capacidad, ni siquiera, para identificar.
Fue una época muy dura en mi vida que agradezco haber vivido, aunque fuese de manera tan intensa, porque si no no sería quien soy ahora, ni estaría aquí escribiendo sobre esto.
¿Cómo una chica/o de 21 años que ha terminado una carrera profesional, está trabajando como solista en una orquesta y estudiando con los mejores profesores y no sea capaz de conocerse a sí misma ni tener capacidad de autorregulación?
¡Porque esto se aprende en la Infancia!
La mayor tarea que tienen que hacer nuestros hijos en la primera Infancia es la autorregulación. ¿Es posible esto de manera autónoma?
Cuando nacemos nuestro cerebro es el único órgano de nuestro cuerpo que no está completamente desarrollado. Nacemos con un cerebro inmaduro que no posee las capacidades ejecutivas, esas que son las que nos permiten, entre otras muchas cosas, autorregularnos.
Es por esto que decimos que en la primera infancia el cerebro del niño es externo. Además tardamos la friolera de una media de 25 años en poder desarrollarlas, esto si hemos tenido al lado un adulto preparado que nos ha acompañado en este proceso de adquisición de habilidades.
Estamos hablando que a través de la co-regulación el niño va a poder alcanzar la autorregulación.
Hablamos ya en el post sobre apego que nuestros hijos necesitan adultos responsivos que cubran sus necesidades, y en este post vemos como la regulación emocional es una de esas necesidades más importantes, por no decir La necesidad.
Es a través del reconocimiento y la gestión de mis emociones que voy a poder identificar las de otros, y esto construye la base de la vida social.
La importancia de adquirir habilidades emocionales
Durante muchas décadas la enseñanza ha estado casi en su totalidad centrada en el desarrollo del coeficiente intelectual y hemos dejado de lado lo más importante, las habilidades emocionales y socio-emocionales que constituyan la base de mi desarrollo como persona y del futuro de una sociedad.
Los talleres de Disciplina Positiva en todas sus modalidades tienen como finalidad que nuestros hijos/as y nosotros mismos desarrollemos habilidades que nos ayuden a autogestionarnos y a crecer como personas.
Muchos padres vienen a los talleres buscando varitas mágicas, que les de digamos lo que hacer ante determinadas situaciones, y pronto comprenden que la cosa no va de varitas, la cosa va de decidir qué vas a hacer tú.
¿Qué habilidades vas a modular tu en los momentos “conflictivos”? ¿Vas a aprovechar los “errores” como una maravillosa oportunidad para modelar habilidades de vida?
Bibliografía sobre Inteligencia Emocional
“Inteligencia emocional» Daniel Goleman
“Inteligencia emocional infantil y juvenil” Linda Lantieri y Daniel Goleman
“Ser padres conscientes” Daniel Siegel
“El cerebro del niño” Daniel Siegel
“El cerebro afirmativo del niño” Daniel Siegel
“Teoría de la regulación del afecto” Daniel Hill