cerebro del niño

Cómo es el cerebro del niño

Una de las dinámicas que más me impactó cuando llegué a Disciplina Positiva fue la de funcionamiento cerebral. «¿Cómo funciona el cerebro del niño?» Al hacerme esta pregunta llegué a sentirme un poco “ avergonzada” ya que, hasta ese momento, no había tenido conocimiento de las nociones básicas que allí nos mostraron y qué tan necesarias son, no solo como madre y persona, si no como profesora.

¿Cómo podemos seguir educando sin saber cómo el cerebro procesa la información, sin tener un mínimo de conocimiento sobre cómo es el cerebro del niño, de nuestros hijos/ alumnos?

El cerebro es el único órgano de nuestro cuerpo que cuando nacemos no está totalmente formado.

Cómo se va desarrollando el cerebro

En nuestra primera infancia el cerebro del niño es básicamente instintivo y emocional , un cerebro inconsciente cuya principal función es la supervivencia. Este cerebro posee una gran capacidad de almacenamiento de experiencias en base a instintos y emociones, volvemos a repetir, de manera inconsciente.

Con los años vamos desarrollando nuestro cerebro racional, ese que nos hace humanos, que nos brinda la oportunidad de controlar a nuestros instintos y nuestras emociones eso que nos convierte en seres racionales, o parcialmente racionales. En este cerebro aparecen todas las funciones ejecutivas, esas que deseamos para nuestros hijos y que socialmente debería de ser el objetivo de toda educación

«Que todo el mundo tenga la oportunidad de desarrollar sus funciones ejecutivas de manera digna y respetuosa»

¿Cuánto tarda este cerebro en desarrollarse?

Hagan sus apuestas….

La friolera de 20-25 años en las mujeres, 25-30 en los hombres.

¿Significa esto que cuando nuestros hijos lleguen a esa edad tendrán todos esos «superpoderes» que nos proporcionan las funciones ejecutivas? 

No, tendrán neuro biológicamente el cerebro preparado y desarrollado para realizarlas pero… que las puedan realizar dependerá de cuánto las hayan ejercitado.

Y, ¿con quién las ejercitan? Con su adulto/a de referencia, con su figura de apego principal/es, decimos entonces que en la primera infancia el cerebro de los niños es externo que su capacidad de autocontrol depende de tu capacidad de autocontrol.

¡Qué maravillosa información! Esto significa que muchas de las cosas que pedimos a los niños no están en la posibilidad de realizarlas porque no poseen las capacidades.

¿Qué capacidades no posee el cerebro del niño?

El cerebro del niño no posee la capacidad de calmarse solos, de auto gestionar sus emociones, incluso de ser empáticos en muchas de las ocasiones, ni siquiera en competencias educativas como, por ejemplo, en lo que a atención selectiva se refiere.

Esta información todavía adquiere más relevancia si hablamos de una de las vías por la que fundamentalmente aprendemos: la Imitación, de este tema hablaremos en otro post en el que iremos implementando esta información.

Educar teniendo en cuenta esta mínima información significa desechar la mayoría de herramientas que utilizamos, un giro de 180º a todos los niveles, 

Ahora que ya sabes cómo es el cerebro del niño y cuáles pueden ser sus capacidades, ¿de qué manera te replantearías ahora tus herramientas educativas? Te leo.